sábado, 15 de junio de 2024

 

AVERSION

Continúas blandiendo tu norma

como un arma para cortar tu infinito

de recuerdos y lloros.

Te oigo cerrar la ventana

sobre tus deseos de lloriquear

amparando tu solícito cuidado.

 

Ni trastornas ni fascinas

tu entibiado esmero

aún no disuadido

por ningún impostor

de dardos estereotipados.

Cuido de tu suspirar

más enredado

en otras encrucijadas,

que son el preocupar.

Como en inquietud transformada en pena,

te solicito abrigo

para tu amante polizón herido

de tu nave de étereas maquinaciones.

Endulza el camino que ha de lamer

la imaginación  con sus estiradas ramas

 

Despierta a mi infinito llamado

de curiosidades

porque no me he dormido cuando abrías

tu desolado orgullo

de chiquilla quisquillosa

y altanera de desvaríos.

 

Prefieres el eléctrico chillido

de tu receptor de ruidos

a una amarga odisea por el campo

compartido con temblorosas calmas.

No insistas.

Pronto seré lo que pretendes

aunque no sea más que un trueno

que ensordeció tu olvido

sentenciado a la placidez árida

de los convencionalismos.

Preguntas sin respuestas son tus suspiros

cubiertos por una ceniza

casi imperceptible de hastío.

 

Ya comprendo no comprendiéndote

porque si te comprendiera recogería mis bártulos

para cosechar en otra tierra.

Buscaría otra tierra más amplia que mi herida

porque se apagaría el motivo de mi llaga

y cruzarme de brazos  pareceríame como

caminar de hinojos buscando tus pesares.

 

Te doy lo nuestro que quisiera que fuera

un ramo de famélicas esperanzas

porque solo puedo esperar

por tu desesperanzado sueño.

Miro lo soñado y me encuentro perdido

y limitado  por mis apretados brazos

en torno a tí.

 

Busco la endiablada ocasión de verte

tan solo un respiro

a tus cuidados de espanto y de remolinos

en el agua que corre procelosa

lejos de tus inclinaciones.

 

Desisto de llamarte

porque has encontrado

más de un desquite 

a tu atribulado horizonte

de colores deshojados

de tu ilusionado asombro.

 

Me pierdo en mis enredos

sujetos a tus temblores,

de emoción callada pero serena,

como cuando te avisaron que no lloraba

por lo que sucumbía entre los dos

sino por la dulce apatía de un atardecer

que solo rabia suscitó en mí

cuando te imaginé caminando lejos,

por el camino entero

y perteneciente solo a nuestros sueños.

 

 

 

MUJER

Me aprisiono entre mí mismo.

Recuerdo los últimos deseos tuyos

cuando terminas llevando al mismo lado

tus cotidianos afanes

de comer y reir y cambiar de traje,

mientras lees las noticias viejas y no las nuevas

de lo que te pasa pero no repasas.

 

Coges tu abrigo de cuidados

y te cubres tu pudor.

Quedas como la niña buena

que estudia filosofía

y come helados en el parque

mientras se lamenta

que esté lloviendo.

“Oh, mira qué desastre,

mi slack se ha mojado”,

y te recuestas en tu acera

que te apropias para cubrirte

del chubasco como de tu chicle,

que a veces mascas y a veces masticas.

 

Nada,

pero a veces algo comprendes

y te hace temblar

porque veo que eres tú misma

tras lo que me ocultas,

fastidiándome, y callas (por fin¡),

pero sigues recostada

cual tapa de albañal entre tú y  yo.

 

Te has apoderado pretextando

tu derecho de propiedad:

“toda persona tiene derecho

a apropiarse de lo que necesita”

 

Te miro: eres anárquica

y un fracaso como burguesa

con tus lentes dorados

y tus poesías bajo tu brazo.

 

Vamos a hablar de éso:

de lo que te preocupa y me aleja.

Te doy mis cuidados

para que los eches al viento

como serpentinas que cantan,

y maullan y tiritan,

cual gatos o serpientes?

Como espantos te acometen,

no ya tú sino tus caprichos,

los aprisiono en un paroxismo,

por querer convertir tu violeta

camuflada en rosa o en clavel,

que expandes un cálido tizne

y sigues comiendo tu chicle.

 

Cuando miro fuera de mi puerta

siento crujir mis quebrantos

porque traquea la madera,

tengo que conseguir un aceite reidor

para que en vez de llanto

oiga otro sonido y apague mi voz.

 

Siento tu sospecha encaramada

y me pesa en mi labio tu risa,

pero no me sale el esfuerzo

que queda tronchado y transido

como cuando quiero ir a cine

y llueve.

 

Otra vez beso otra ola

 y en la resaca recojo

un dedal con que pegan

los botones al animal:

es una concha amarilla

igual a la risa gualda del camarero

a quien he pedido una cerveza.

 

 

 

FELICIDAD?

Dónde estás felicidad?

Por qué te alejas de nosotros

o te apareces bajo unas falsas máscaras?

Muchas veces te confundimos

y creemos haberte conquistado

y nos quedamos solos

como con basura y aire entre las manos.

Te olvidas de nosotros

y de que hemos ido a buscarte.

Sólo te apresamos con la imaginación:

creemos asirte

bajo las más diversas apariencias,

pero tú no estás donde nosotros sabemos

evidentemente que estás.

Qué infeliz condición¡

Vivimos en la ilusión

de que somos lo que somos,

nos imaginamos que somos lo que creemos ser,

que la imagen (falsa) que tenemos

de nosotros mismos

es lo que SOMOS realmente.

Pero somos lo que somos y no más.

O para individualizar más mi modo de ser

-después de haber sostenido

este absurdo diálogo con la felicidad-

puedo hablar de mí:

lo que yo soy, cómo lo localizo?,

tengo que situarme para poder encontrarme¡

 

 

 

PRETENDER

“De él no se burla nadie”, dices.

Pero un nadie se burla, se ríe, llora y se estira.

Hasta dónde debemos seguirte,

domador de antiguallas?

Quieres igualar lo que está torcido

para parecerte a todo?

Por qué no llevas ese saco roto

donde sólo puede caber

lo que no te podemos dar?

Por qué recorres la senda

que recorrida está

por el espejismo ciego?

Vas. No vas. Por qué? Me preguntas.

No ando. Galopo

En tus colmillos podrás ver.

Podrán ver lo que no has hecho.

Que no has hecho lo que venías tramando.

Cuál es tu trama? En qué te empeñas?

Por qué sigues tu sombra

que te sigue constantemente?

Por qué no te escondes de la luz de la luna,

debajo de un laurel,

para que dejes tu parloteo

cuasi lloriqueo sonámbulico?

Mírate a tí mismo en el reflejo aunque oscuro

que encontraste allí en tu tétrico escondrijo.

Por quién te tomas?

Crees que eres tú mismo?  Estas perdido¡

Juegas por partida doble?

Dónde está tu otra carta?

De todo puedes pedir o imaginar,

pero, ¿y tu otra carta? No eran dos?

Crees que estás entero?

Pero, y el hueco por dónde inyectaron

tu fantasía bamboleadora?

Dónde ha quedado el que siempre reconocías?

No, creo que éso no pasó.

Tú no me conoces al pretender eso¡ 

 

 

 

TU

Te escucho. No logro asirte.

Tu cabello se torna incandescente.

Ríes?  Creo que no sabes que lo que tocas

lo ocultas y penetras.

Qué diré de mi ensueño?

Aún está prendido de tus ardientes sombras.

Quién osará interrumpir

a la que así apabullan los misterios?

Ya te escucho menos, pero la hiriente mordaza

que adheriste a tu osado latir

se tornó más tenue que lo previsto.

Quietos están los entornos que ocultan

lo que quisieran robarte.

Por qué dices alegría si ya no trina aquel que te conducía?

Lo pretendían, ahora solo es ilusión atrasada.

La atravesaron los dardos del bardo iluminado.

Qué pronto la triste penumbra ha llegado

a perturbar nuestro contemplar sereno.

 

Lo recuerdo. Fue cuando  todo se apagó

para no mostrar más su estupor.

Amplitud incontrolable

Lamentos tan solo previsores de nostalgia.

Por qué tan pronto se esfuma

lo que por encanto sentía?

A los alaridos suceden los quejidos.

Inquieto quedo hasta la inesperada dolencia

por el desgarramiento sentido.

Aguanto solo. Nada se percibe.

Comprendo que la sensación pasajera fue.

Cómo añoro lo que se me dió a borbotones

y que ahora sabe a desgarradora hiel¡

 

 

Me hallaba adormecido agarrado a mí.

Despierto de pronto. Qué veo?

Mi delicada niña que respira quedamente

pero mostrando un rostro amargo.

Caigo.  Me quejo.

Mis voces se pierden en el llanto,

Para qué mis lágrimas tenues.

Todo ya ha pasado.

Solo un breve interludio ha sido

con la que ahora es sombra cenicienta.

Cuándo reencontraré a esta chiquilla?

Pobrecita mía: has pasado por la hiel.

Ahora eres miel ya no compartida.

Sólo evocada y presentida.

Qué sueño sin fronteras¡

Se ha ocultado, tan aparente que era.

Pronto será un sueño soñado.

Si soñando percibo que percibo

cómo será percibir que sueño lo que sueño?

Si soñando presuroso corro

cómo será cuando percibiendo fríamente esté?