LA
ESTRUCTURA MITICA DEL RELATO EN LA OBRA DE GARCIA MARQUEZ (Presentación de la obra)
INTRODUCCION
1. PROBLEMAS
METODOLOGICOS
2. ASPECTOS ESENCIALES
DE LA ESTRUCTURA MITICA.
2. 1. ANALISIS
ESTRUCTURAL DEL MITO.
2. 2. ANALISIS DEL MITO
DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL CONTENIDO
2. 3. EL COMPORTAMIENTO
MITICO
3. LA ESTRUCTURA MITlCA
EN LA OBRA DE GARCIA MARQUEZ.
3. 1. TRATAMIENTO DEL
TIEMPO.
3. 2. ANALISIS DEL
TRATAMIENTO DEL TIEMPO EN LA HOJARASCA
3. 3. LOS ELEMENTOS DE
LA ESTRUCTURA MITICA EN GARCIA MARQUEZ
3. 3. 1. MACONDO: EL
ESPACIO MITICO COMO ESCENARIO DE LA TRAGEDIA.
3. 3. 2. FUNDACION DEL
LUGAR
3. 3. 4. MACONDO EN SUS
COMIENZOS
3. 3. 5. LA ALQUIMIA EN
MACONDO: ACTIVIDAD FEBRIL E INTENTO DE DESCUBRIR EL FUNCIONAMIENTO OCULTO DE LO
REAL.
3. 4. EL TIEMPO
HISTORlCO.
3. 5. EL TIEMPO CICLICO
3. 6. DESGASTE Y
ACABAMIENTO DEL TIEMPO.
3. 7. MELQUIADES Y LOS
PERGAMINOS
3. 8. EL INCESTO: EJE
DE SIGNIFICACION EN EL DESARROLLO DEL RELATO.
3. 9. LA SOLEDAD Y LA
OBSESION DEL INCESTO.
3. 10. LA MUERTE COMO
CAIDA DESESPERADA EN LA SOLEDAD TEMIDA.
3. 11. ESQUEMA MITICO Y
ESQUEMA BIBLICO.
3. 12. ACABAMIENTO Y
DESTRUCCION DE MACONDO. CUMPLIMIENTO DEL TIEMPO Y DESCIFRAMIENTO DE LOS
PERGAMINOS.
A
MANERA DE PRÓLOGO
Pienso
en la analogía que existe en el acto creador del sueño y en la elaboración imaginaria
o estructurante del acto de escribir y de la escritura en general. En los dos
procesos creativos se articulan elementos ya existentes en un conjunto que es
significativo por el proceso mismo de construcción. Es decir, elementos que ya
existían previamente como datos o elementos sueltos (ideas, recuerdos,
vivencias, etc.) por el proceso de asociación o articulación unos con otros, de
una forma compleja y significativa, se convierten en un conjunto nuevo, en un
resultado cuya principal característica es que tienen una nueva significación
por haber sido estructurados como lo fueron precisamente así. En el sueño, en
ese proceso que nos entrega casi a diario resultados que contar o compartir a
otros, se producen relatos o acontecimientos que son recordados -algunas
veces- en el momento de despertarnos. Les tratamos de dar un significado ligándolos
con acontecimientos de la misma vida consciente, vivida a diario. Pero pronto,
si no son recordados nítidamente, son olvidados, quedando de los mismos un rastro
cada vez menos nítido, hasta desaparecer completamente de nuestra misma
atención.
En el
proceso de escribir también relacionamos ideas o recuerdos que ya de alguna
manera existen en el pensamiento porque fueron elaborados o pensados en
procesos conscientes anteriores y ya han sido asimilados o apropiados
como elementos inteligibles en el sentido de que entendemos realmente lo
que significan y por eso podemos hablar sobre ellos y los tenemos como nuestras
ideas.
En los
dos procesos, entonces, el onírico y el literario, se da una creación que es
una estructuración compleja de elementos ya existentes, pero que se van a
articular de una forma tal que conforman un nuevo contenido complejo
consciente.
Así
como ocurre con los sueños, no nos preguntamos, cuando leemos un cuento o un
relato, por qué su autor articuló o relacionó los elementos –o contenidos de su
escrito- en la forma en que lo hizo o que presentó finalmente en su obra
literaria. La leemos – o la analizamos- así como nos la entregó finalmente y
solo pretendemos captar o entender el significado que como tal pueda tener. Ni
siquiera consideramos necesario o pertinente entender cómo fue elaborada
o producida la obra –cuento, relato o incluso, novela-. Se considera que debe
ser leída –o investigada- como tal como obra escrita, con respecto a la cual
solo cabe o corresponde el acto o proceso de leer. Lo demás, si se cree que es
necesario entenderla en su proceso de creación, se deja para otro momento o
para otros lectores, que pueden ser los críticos literarios encargados de
entender o descifrar este proceso complejo que implicó el acto de escribir tal
otra literaria (casi siempre referente a los antecedentes biográficos,
relaciones con otros sujetos escritores, influencias recibidas, lecturas
previas relacionadas con el tema tratado, etc.)
INTRODUCCION
Se
intenta mostrar que es posible un análisis mítico de la estructura de una obra literaria.
Esto es lo que nos proponemos realizar con la obra de Gabriel García Márquez.
Así mismo hay que indicar cómo esa estructura mítica es interpretable de
acuerdo a una determinada concepción religiosa. Nuestro objetivo último es llegar
a través del mito a lo religioso implícito en la obra. Sobra advertir que, si,
a primera vista puede ser un objetivo muy lícito y apropiado, tiene, sin embargo,
algunos problemas metodológicos los que se intentará señalar antes de abordar el
objetivo de nuestro estudio.
Entre
las formas de crítica se destaca la que toma como punto de partida o criterio
de investigación los elementos míticos presentes en la obra analizada. Entre los críticos de la actual novela
latinoamericana, unos estudian e interpretan el trasfondo o el contexto mítico
que muchas obras tienen. Creemos que esto es muy válido, dado que precisamente
muchos novelistas, como es el caso de Gabriel García Márquez, se sitúan en el
mito, y así logran tener una visión más profunda y acertada de una situación
histórica tan rica como es la del hombre latinoamericano. Un estudio mítico de
una obra literaria como es el caso de CIEN AÑOS DE SOLEDAD, no deja de tener
pues, una profunda significación.
De
ella nos vamos a servir aquí ya que precisamente, es a través del mito como aparece
una caracterización de esa situación peculiar de este tipo de hombre con el que
tenemos tanto contacto. No sobra adelantar que es a través de la novela, de la
literatura, como podemos tener acceso a ciertas realidades humanas que de otra
suerte nos serían inabordables. Lo que parece más evidente en el caso de Cien Años De Soledad es la enajenación del
hombre por una serie de factores expresados maravillosamente en el contexto de
la novela. Es la poetización de la tragedia del hombre, localizada en un relato
muy concreto: el de Macondo. Sin embargo, en su historia, en el sucederse de
sus miserias y grandezas, el mito tiene una función muy importante: es un
comportamiento que se puede llamar doméstico, híbrido, asociado a muchos
otros elementos que son míticos y que responden a un contexto mucho más
general. Aquí nos preguntamos si Cien Años De Soledad es un
exacto reflejo o si esa realidad, ese mundo poético que ya vemos en la obra, es
susceptible de ser interpretado con criterios teológicos. Es decir, dejamos supuesto
el problema de una posible referencia de la obra a la realidad y nos centramos
en el estudio de la obra como aparece, fuera del autor. Este no influye en la
comprensión de la obra: él solo estuvo en contacto con ella en el proceso de la
creación. Tampoco consideraremos aquí el problema de si una crítica tiene que
remitirse al acto originario por medio del cual la obra accedió a un estar a
mano, a la cualidad de ser objeto.
Nos
fijaremos entonces, en la estructura mítica desde el punto de vista de la significación,
o sea, la estructura semiológica del mito en general, con el fin de tener en
cuenta cómo hay que situar el mito y todo lo que implica, en un contexto de
significación. Evidentemente esta significación del mito estará enmarcada
dentro de un contexto religioso, y por ello, veremos el mito como experiencia
religiosa que explica el origen y el fin de las cosas.
José
Iván Bedoya Madrid jbedma@hotmail.com